Descripción

La ruta El Robledal de Aceituna comienza en la plaza del parque en un entorno urbano, con un recorrido que se adentra poco a poco en un paisaje rural lleno de belleza natural. El sendero comienza con tramos de calles asfaltadas y calzadas compartidas con vehículos, por lo que se recomienda precaución, especialmente en las intersecciones sin pasos peatonales. Tras dejar atrás el ambiente urbano, el camino se adentra en un terreno de tierra firme y compacta, rodeado de fincas rurales, lo que proporciona una transición suave hacia la naturaleza. En su mayoría, el recorrido transita por caminos amplios de tierra, algunos con baches ocasionales y cunetas leves, lo que añade cierto desafío al trayecto, especialmente en zonas de encharcamiento tras las lluvias. A lo largo del camino, se encuentran zonas con pendientes leves tanto en ascenso como en descenso, lo que hace que la caminata sea cómoda pero interesante. La ruta también pasa por varios puntos de interés natural, como la Laguna de Maruguero y la Laguna Piedra Escacha, donde los caminantes pueden disfrutar de la tranquilidad del entorno acuático. El sendero serpentea por la dehesa, un paisaje característico de la región, con amplios campos de pasto donde se encuentra la ganadería y la vegetación autóctona. Los tramos sinuosos son frecuentes, lo que da al recorrido una sensación de aventura y permite a los caminantes disfrutar de la diversidad del paisaje, que incluye áreas de rocas grandes y pequeños caminos más pedregosos. A medida que se avanza, se encuentran varios pasos canadienses y zonas con poco acceso a protección lateral, por lo que se debe transitar con precaución. Sin embargo, el esfuerzo es recompensado con la belleza natural que rodea la dehesa, las lagunas y el ambiente tranquilo y relajante de la ruta. Finalmente, el sendero regresa al entorno urbano, pasando por calles pavimentadas y cruzando de nuevo por algunas intersecciones con vehículos, antes de concluir en la Casa de la Cultura. Sin duda, este recorrido es una excelente opción para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y explorar el paisaje de dehesa, mientras se adentran en un recorrido variado entre lo urbano y lo natural.

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La ruta Canchos de Ramiro y Ladronera en Montehermoso es una travesía que comienza junto a la Ermita del Cristo de los Dolores, donde se inicia el recorrido por el camino de los Canchos de Ramiro, en un terreno compacto y con fácil acceso, ideal para caminantes y personas que prefieren senderos anchos. El trayecto atraviesa un entorno natural que incluye lagunas, parques infantiles y una notable presencia de ganadería en los alrededores. En el camino se encuentran varios puntos de transito especial, como intersecciones con otros caminos y pasos canadienses, que requieren precaución al cruzarlos. Algunos tramos del recorrido presentan cunetas a los lados, y en ciertos sectores el camino se vuelve más sinuoso, con pendientes suaves o leves descensos. A medida que se avanza, el paisaje se transforma en un entorno semiarbolado, donde la vegetación y los cuerpos de agua, como la Laguna de Los Jurnos, aportan una belleza natural. El recorrido también cruza varios badenes y pasos de agua, donde se debe proceder con cuidado debido a los cambios de firme en el terreno. A lo largo del camino, algunos tramos pueden ser más pedregosos y presentar baches, pero en general, el sendero es amplio y fácil de transitar. Al final del trayecto, los senderistas llegan al Embalse de Alcántara, en la ZEPA Canchos de Ramiro y Ladronera, un espacio protegido de 23.119 hectáreas que abarca varias sierras y sirve como un importante corredor natural que conecta Cáceres con Monfragüe y la frontera con Portugal. Para quienes deseen adentrarse más en la ruta, deben tener precaución, ya que el camino se torna estrecho, pedregoso y con descensos pronunciados. Recordar que al finalizar la ruta, es necesario activar la ruta de regreso a la Ermita del Cristo de los Dolores, concluyendo una experiencia única en un entorno natural y protegido.

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El segundo tramo de La ruta Canchos de Ramiro y Ladronera en Montehermoso es una travesía que da regreso a la Ermita del Cristo de los Dolores, donde se inicia el recorrido por un terreno compacto y con fácil acceso, ideal para caminantes y personas que prefieren senderos anchos. El trayecto atraviesa un entorno natural que incluye lagunas, parques infantiles y una notable presencia de ganadería en los alrededores. En el camino se encuentran varios puntos de transito especial, como intersecciones con otros caminos y pasos canadienses, que requieren precaución al cruzarlos. Algunos tramos del recorrido presentan cunetas a los lados, y en ciertos sectores el camino se vuelve más sinuoso, con pendientes suaves o leves descensos. A medida que se avanza, el paisaje se transforma en un entorno semiarbolado, donde la vegetación y los cuerpos de agua, como la Laguna de Los Jurnos, aportan una belleza natural. El recorrido también cruza varios badenes y pasos de agua, donde se debe proceder con cuidado debido a los cambios de firme en el terreno. A lo largo del camino, algunos tramos pueden ser más pedregosos y presentar baches, pero en general, el sendero es amplio y fácil de transitar. Al final del trayecto, los senderistas llegan nuevamente a la Ermita del Cristo de los Dolores, que es el complemento de los dos tramos del recorrido, tanto el de ida como el de regreso.

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El recorrido comienza en el Centro de Interpretación del Queso de Cabra y Las Carantoñas de Acehuche, dirigiéndose hacia el oeste por las calles del pueblo, con caminos pavimentados de terreno compacto y fácil de transitar. A medida que se avanza, el sendero se va volviendo sinuoso, siguiendo el trazado natural del terreno, con bordes definidos por muros de piedra y cercas de alambre. En algunos tramos, se presenta paso ocasional de vehículos y ciertos baches o rocas sueltas, pero el camino sigue siendo cómodo y amplio. A lo largo del recorrido, el sendero atraviesa áreas naturales de vegetación y ganadería, con la presencia ocasional de ganado ovino. El camino se encuentra bien marcado, aunque algunos tramos se vuelven más pedregosos, con cunetas leves a los lados. Al llegar a la Ermita de Nuestra Señora de Fátima, se puede completar el recorrido de manera circular, rodeando la ermita por un terreno natural sin laterales definidos. Es importante activar la ruta de regreso al Centro de Interpretación para finalizar el recorrido. El entorno natural y la presencia de arroyos y vegetación enriquecen la experiencia. Es posible completar la experiencia con la visita al Centro de Interpretación del Queso de Cabra y Las Carantoñas. Planteando un viaje a través de los distintos procesos que se acometen durante la elaboración del queso de cabra y sumergiéndose en una fiesta ancestral llena de curiosas tradiciones y mucha emoción.

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El segundo recorrido comienza en el Ermita de Nuestra Señora de Fátima, dirigiéndose por caminos de tierra de terreno compacto y fácil de transitar. A medida que se avanza, el sendero se va volviendo sinuoso, siguiendo el trazado natural del terreno, con bordes laterales. En algunos tramos, se presenta paso ocasional de vehículos y ciertos baches o rocas sueltas, pero el camino sigue siendo cómodo y amplio. A lo largo del recorrido, el sendero atraviesa áreas naturales de vegetación y ganadería, con la presencia ocasional de ganado ovino. El camino se encuentra bien marcado, aunque algunos tramos se vuelven más pedregosos, con cunetas leves a los lados. Es posible finalizar la experiencia con la visita al Centro de Interpretación del Queso de Cabra y Las Carantoñas. Planteando un viaje a través de los distintos procesos que se acometen durante la elaboración del queso de cabra y sumergiéndose en una fiesta ancestral llena de curiosas tradiciones y mucha emoción.

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PRIMERA PARTE CAPÍTULO 1: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad. Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura, para comprar libros de caballerías en que leer; y así llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva: porque la claridad de su prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en muchas partes hallaba escrito: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura, y también cuando leía: los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas se fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza. Con estas y semejantes razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase

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La ruta se inicia en Calzadilla de los Barros, un municipio que forma parte del partido judicial de Zafra , es un recorrido lineal de aproximadamente 21 km El sendero avanza entre campos de cultivo característicos de la región, ofreciendo vistas panorámicas y la posibilidad de disfrutar de la fauna local. A lo largo del recorrido, se atraviesan viñedos y se cruzan arroyos, como el Arroyo de las Cañadas. Además, se transita por la Cañada Real Leonesa, una antigua vía pecuaria de relevancia histórica. Uno de los puntos destacados del trayecto es el paso por La Puebla de Sancho Pérez, un municipio con encanto donde se puede hacer una pausa para descansar y conocer su patrimonio cultural. Finalmente, la ruta culmina en la ciudad de Zafra, conocida por su rico legado histórico y arquitectónico, incluyendo el Parque de la Paz y la Plaza del Alcázar . Esta ruta ofrece una experiencia enriquecedora para quienes deseen explorar parte de la Vía de la naturaleza, historia y cultura en un recorrido accesible y de moderada dificultad.

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El recorrido inicia en el Centro de Interpretación de Conjuntos históricos de Extremadura, junto al un panel informativo sobre el tramo 4 de la Vía de la Plata y un mapa del mismo. El primer tramo son alrededor de 500 metros por zona urbana, hasta que se alcanza el área más rural a las afueras de Zafra, pasando junto a la Torre de San Francisco. El segundo tramo atraviesa la zona más rural, con distintos cambios en el pavimento entre caminos de tierra y zonas asfaltadas, junto a varias fincas privadas. Es posible identificar distintas edificaciones entre las que se encuentra un depósito de agua. Al cabo de los 600 metros se encuentra una zona de obras, debiéndose continuar bajo un puente sobre el que se está construyendo una carretera. A partir de este punto, el camino continúa en ascenso hasta llegar a un entorno más natural, la Sierra de los Olivos. Una vez se alcanza la parte más alta del camino, se produce un cambio de firme a pavimento asfaltado en descenso, a través de un recorrido sinuoso con diversa vegetación arbórea a los lados. Al final de este tramo se produce la entrada al núcleo urbano de Los Santos de Maimona. En la intersección a la entrada de la zona urbana se encuentra un área de descanso al aire libre, con mobiliario y un parque infantil. Posteriormente se recorren entorno a 500 metros por aceras hasta alcanzar la Plaza de España, centro neurálgico de la población, situada junto a la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Finalmente, rodeando la iglesia se encuentra el final del recorrido en el Círculo de la Amistad del Camino de Santiago, junto a la Plaza del Teniente Carrasco

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Situado entre las sierras cuarcíticas que existen en las proximidades del parque natural de Monfragüe al sur y las llanuras del Campo Arañuelo al norte, entre dehesas de encinas y alcornoques, dentro de la reserva de la biosfera de Monfragüe, la localidad de Serrejón ofrece un alto en el camino y unas bonitas vistas de las sierras de Herguijuela, La Urraca y La Parrilla, y de las llanuras adehesadas al norte. En la mencionada reserva de la biosfera existe una red de 12 senderos homologados y otras tantas rutas, que sitúan al territorio como un destino senderista y de disfrute de los recursos que ofrece. La ruta atraviesa estrechas y pintorescas callejuelas entre muros de piedra seca, reconocidos por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Comienza en un paisaje antropizado, con pequeñas parcelas de olivos que reflejan la larga tradición agrícola de la zona. A medida que nos acercamos a las faldas de la sierra de la Herguijuela, el entorno cambia y nos deleitamos con una gran variedad de encinas, alcornoques, madroños y jaras, así como plantas aromáticas como el cantueso, el romero y el tomillo salsero, creando un hermoso paisaje mediterráneo. Después de recorrer 1 kilómetro, llegamos a Los Huertos, un área con una fuente-pilón, bancos y casetas, donde también encontraremos un observatorio del cielo nocturno. El regreso se realiza por el mismo camino.